sábado, abril 11, 2015

Breve entrevista a una novel historiadora venezolana (4): Milagros González (y 2º parte)

(conclusión de la entrevista). La próxima semana tendremos al historiador Víctor Pineda.
Si desea ser entrevistado puede escribir a Profeballa.



7.       ¿Cuál es su área o rama de la Historia favorita y por qué?
¿Cuál escuela historiográfica sigue y por qué?

Siento que lo que me apasiona solo puedo abrazarlo desde la historia cultural. Creo que esto me quedó claro en un seminario del profesor Rafael Strauss. Luego en una biblioteca cayó en mis manos un libro sobre la microhistoria, cuyo autor y título no recuerdo, pero que me condujo a buscar El queso y los gusanos de Carlo Ginbzburg. ¿Cómo no pensar en mi anhelo por entender una parte del universo de un personaje del siglo XVIII a partir de unas piezas de ropa, unos libros o unos muebles dejados en herencia? ¿Cómo no tratar de buscar más allá de la historia de una estatua ecuestre de bronce de un personaje como Antonio Guzmán Blanco, y encontrar a su emisario Ramón Bolet en Filadelfia, perdido entre papeles, órdenes y contraórdenes, vigilando la ejecución de las estatuas, escribiendo cartas y enviando fotos al Ilustre Americano? Me interesa mucho lo pequeño que esconden los aparentemente grandes temas.

8.       ¿Qué tiempo diario o semanal le dedica a la historia?

La verdad, en este momento no me emociona mucho responder esta pregunta. Actualmente le dedico muy poco tiempo. Pero trabajo duro para que pronto pueda dedicar más.

9.       ¿Cómo es su relación con las redes sociales e internet en
general? ¿En qué puede ayudar el internet a la historiografía?

Soy una tuitera de alma. Me encanta interactuar por Twitter, al igual que por Facebook. De Twitter me encanta su síntesis. Es todo un reto escribir en 140 caracteres, y creo que es un buen ejercicio para un historiador. Creo que internet puede ser muy valioso para la historiografía, es maravilloso poder disponer de archivos distantes, y cada vez será más y más posible. Sin embargo, investigar a través de la Web requiere de criterios muy claros y precisos para valorar las fuentes. Y es algo que no debe perderse de vista, sobre todo cuando las redes sociales, con todo lo fabulosas que son para establecer contactos  e intercambiar información, tienden a inundar la Web con información inexacta e incluso falsa. Últimamente tuiteo poco, espero hacerlo más y cada vez perfilar más mi usuario hacia lo que me interesa: la memoria sensible, vista desde los objetos y las colecciones. Y tratar de predicar la necesidad de ser precisos al difundir información por las redes, que es necesario verificar antes de compartir o retuitear.

10.   ¿Cuáles son sus ritos cuando se dedica a escribir sobre historia?

Caramba. El principal rito durante los cinco años que duró escribir la tesis, corregir el libro y publicarlo fue lograr que los niños se durmieran. Ahora que son grandes, no sé. Espero no tener que tener otro hijo para poder publicar otro libro. Esto último, evidentemente, es una broma.

11.   ¿Cómo sobrevive (en lo económico y en lo espiritual
especialmente) siendo historiador?

En lo económico vivo de una empresa que fundamos mi esposo y yo, que hace consultoría y gestión de medios digitales. Pero evidentemente, mi formación como historiadora me ha dado una metodología de trabajo que me ha sido inmensamente útil en el día a día de nuestra empresa. Después de todo, trabajo con información. En lo espiritual, respiro como historiadora, sueño con volver a enterrarme en un archivo y vivo de visitar museos, cada vez que puedo. He disfrutado por igual una visita al Moma en Nueva York, que una al Museo del Béisbol en Cooperstown, al de la II Guerra Mundial en New Orleans, al Museo del Circo en Sarasota o la Casa de Invierno de Edison y Ford en Fort Myers. Me encanta ver como en cada caso se exhiben los objetos, cuáles han sido seleccionados, qué recursos museográficos utilizan, qué importancia le dan a los documentos, a las cartas personales, a las fotos de familia o a las oficiales. Me emociono cada vez que se deja colar un detalle mínimo, personal, aparentemente irrelevante, en medio de una historia que puede llevarse este guiño por delante, y no lo logra.

12.    Además de la Historia, ¿tiene otros gustos, placeres o vicios?

Me encanta el cine. Es un gusto que comparto con mi esposo. También sigo algunas series y documentales de televisión.

13.   ¿Para qué sirve la historia? ¿Tiene futuro la historia en
general y en Venezuela?

La historia sirve para construir el presente, y para el proyectar el futuro. Sin memoria no hay posibilidad de proyectar nada. No hay andamios con los que construir. ¿Tiene futuro la historia en general? Claro que sí. ¿En Venezuela? Espero que sea así. Sería grave que no lo fuera.

14.   ¿En qué proyectos sobre historia está ahora?

Estoy escribiendo un proyecto sobre patrimonio cultural, museos e historia para adolescentes. Pensado como una revista web. Veremos a donde llega.

15.  ¿Es posible escribir historia del presente?


Yo pienso que un historiador puede hacer análisis sobre el presente. Creo que puede tener una visión privilegiada al poder comparar con el pasado. Pero para hacer historia creo que es necesario que las capas de documentos se acumulen, que los documentos escondidos aparezcan, que se los documentos que están visibles sean validados con el tiempo y con mayor información. Creo que no hay nada como una mirada lejana para comprender mejor lo ocurrido. En Venezuela tenemos el mal de la inmediatez, y todo tiene su tiempo.

16. ¿Vivimos momentos históricos en Venezuela? ¿Qué piensa de nuestro presente?

Siempre se vive un momento histórico. Más o menos feliz. El que vivimos ahora es uno sumamente triste. Espero que los historiadores del futuro sepan explicárselo a nuestros herederos.

17. ¿Por qué llegamos a una crisis tan aguda? ¿Es el petróleo el
culpable de todo?

Pienso que no fue el petróleo. Fue la falta de inversión en educación y, principalmente, en formación ciudadana.

18.  Si fuera ministra con poder de influir en la promoción de la
historia, educación, archivos, etc. ¿Qué haría?


Haría de la educación ciudadana el norte de nuestra brújula.

19. ¿Qué recomendaría a los noveles historiadores?

Tuiteen.

20. Recomiéndeme más de 2 historiadores noveles y/o jóvenes que
deberíamos entrevistar (no olvide darme sus emails, estos no se harán
públicos)

Rigel García


Eugenia Villanueva


Verónica Zaragoza (es mexicana)


Elsa Arroyo (es mexicana)

21.  Ahora invente una pregunta, la hace y se responde a sí mismo.

¿Qué es el museo?


Es un puente que, desde el presente, comunica el pasado con el futuro. Una máquina del tiempo. Puede ser lo más parecido al Tardis del Dr. Who: no es posible imaginar por fuera lo inmenso de su interior.

22. ¿Qué otras preguntas deberíamos hacer en esta entrevista? ¿Cuáles
consideran que deberían eliminarse o modificarse?

No eliminaría ni modificaría ninguna.

23. Puede hacerle una pregunta al entrevistador.

¿Qué prefieres Apple o PC? ¿IPhone o Android? ¿Sistemas cerrados o abiertos? 

El entrevistador (Profeballa) responde: PC, Android, sistemas abiertos. Muchas gracias por su tiempo.
 

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