sábado, enero 10, 2015

2015: un año para analizar el bicentenario de la supervivencia de la República de Venezuela



Autor: Carlos Balladares Castillo
Publicado en: Código Venezuela

En el 2015 no solo se cumple el bicentenario de la Carta de Jamaica

A principios del año pasado hicimos un repaso de algunos hechos de nuestra Independencia que cumplían 200 años. También resaltamos las discusiones historiográficas en torno a dichas efemérides. Este año no queremos perder esa costumbre porque hasta el 2030 serán tiempos “bicentenarios”. El título que le hemos dado a nuestro artículo cita el aniversario más importante para el gobierno y para todo el país bolivariano (no solo en el sentido partidista): la redacción de la Carta de Jamaica por Simón Bolívar la cual fue publicada el 6 de septiembre. Pero consideramos que no solo de Bolívar vive el Bicentenario. 

En lo que se refiere al proceso de Independencia de Venezuela dentro de su territorio, es indudable que el hecho más importante es la llegada del Ejército Expedicionario comandado por el General Pablo Morillo, la cual representa la segunda más numerosa de la historia de España: 10 mil soldados y 80 barcos. Dicha expedición partió el 15 de febrero y llegó el 7 de abril a Puerto Santo (cerca de Carúpano) para poner en cintura al heredero de Boves: Francisco Tomás Morales, y luego pasar a Margarita donde se encontraba el último reducto republicano bajo Arismendi. De manera que la anarquía caudillista concluía y se establecía una dictadura militar en Venezuela. Esta última afirmación es un tema que la historiografía tiene para discutir largo rato. Por otro lado, el historiador Germán Carrera Damas afirma que gracias a la llegada de este Ejército la guerra pasa de una guerra civil y social a una internacional, por lo cual – recuerdan buena parte de los estudiosos - la Carta de Jamaica defiende la causa emancipadora en un contexto mundial. 

En julio el General Morillo partirá para Nueva Granada y no volverá en dos años, durante ese período deja al mando de la Capitanía General al brigadier Salvador Moxó, que además de mantener la dictadura militar será sumamente incompetente con sospechas de corrupción durante su gobierno. La mayoría de la población (especialmente los pardos) debió considerar que ciertamente se había regresado a 1809 pero en peores condiciones de las que se tenía, porque estos “gachupines” despreciaban a todo el nacido en Venezuela. El coronel realista Juan Francisco Mendívil se  burlaba de los modales de los soldados de Boves exclamando en su presencia: “si estos son los vencedores cómo serán los vencidos”. Razón no le faltaba, porque los vencidos estaban o en el exilio o en los montes sin casi nada para comer, vestirse o luchar. Pero en esos montes la República subsistió.

En 1815 las pequeñas guerrillas acaudilladas por exoficiales del ejército republicano que se consideraba exterminado van a resurgir lentamente, y en poco tiempo podrán aspirar a la toma de pueblos e incluso capitales de Provincia. Morales – el heredero de Boves - señala: “se refugiaron algunos cabecillas (Cedeño, Zaraza, Monagas, Canelón y otros) dispersos en los dilatados llanos sobre la de Guayana”, y Moxó afirma: “(…) desde que la expedición pisó su suelo (el de Venezuela), ha estado en una guerra continua. Desde nuestra llegada no han cesado las hostilidades. (…) No hubo un solo día que no se marcase con sangre”. Lo más fascinante de esta situación es la afirmación de Bolívar en la Carta al editor de la Gaceta Real de Jamaica (septiembre, 1815): “Los actuales defensores de la independencia son los mismos partidarios de Boves, unidos ya con los blancos criollos (…)”. En una infantil y manipuladora versión de la historia propiciada desde el Estado, se ha señalado que el pueblo siempre estuvo a favor de la Independencia, nada más lejano a la verdad. El hecho cierto es que esta fue impopular y es solo a partir de 1815 que se inicia un proceso de “conversión” o cambio de los pardos, indios, y negros a las banderas de la Libertad, tal como señala el Libertador.

A nivel internacional no se puede olvidar que se cumplen 200 años de la definitiva derrota de Napoleón en la Batalla de Waterloo el 18 de junio y la celebración del Congreso de Viena (de octubre de 1814 a junio de 1815) que ordenó la Europa (y quien decía Europa de alguna manera decía el mundo por el control colonial y comercial de este continente) estableciendo una paz casi total por casi 100 años. 

Todos estos temas podrán ser discutidos este año y especialmente en los diversos foros y conferencias que las universidades e instituciones promotoras del estudio de la historia vienen realizando desde el 2010. Aprovecho para promover las XV Jornadas de Historia y Religión de la UCAB la cual tratará de los “Doscientos años de la Carta de Jamaica” (a celebrarse del 9 al 11 de junio).

1 comentario:

Anónimo dijo...

oh que interesante esta esta entrada, 200 años de la carta de jamaica! que mensaje para los suramericanos fue esa escirtura donde se describen los anhelos del libertador y donde se plantearon sus dudas sus palabras aun resuenan: es más difícil presentir la suerte futura del Nuevo Mundo, establecer principios sobre su política, y casi profetizar la naturaleza del gobierno que llegará a adoptar. Toda idea relativa al porvenir de este país me parece aventurada. ¿Se puede prever cuando el género humano se hallaba en su infancia rodeado de tanta incertidumbre, ignorancia y error, cuál sería el régimen que abrazaría para su conservación?

es molestia si recomiendo mi blog en su pagina http://histeriadevenezuela.blogspot.com/2015/01/bolivar-el-pensador-y-sus.html#more

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