martes, julio 24, 2012

El historiador Ángel Rafael Lombardi Boscán nos habla del cine y la historia (III)


HISTORIA Y CINE III

Otro gran hito en la evolución y crecimiento del llamado séptimo arte fue la llegada del cine sonoro y en colores a mediados de los años 20 del siglo XX pasado. Esto supuso que el cine se volviese aún más atractivo de lo que ya era para el gran público. Aunque será un auténtico artista, con dotes de genio, el que revolucionaría todas las formas hasta ahora convencionales de hacer cine, estableciendo a partir de entonces un discurso cinematográfico moderno y con unas estructuras conceptuales y técnicas que aún mantienen vigencia en la actualidad. Nos referimos a Orson Welles (1915-1985) y a su película Ciudadano Kane (1941), considerada por muchos especialistas como la mejor película de todos los tiempos.

Welles demostró a todos en la industria como se debía narrar una historia potenciando los nuevos recursos técnicos que para ese entonces se disponían y haciendo del guión un auténtico texto literario de excelsa calidad y lleno de significados sobre la condición humana. Rosebud, palabra enigmática y ya mítica, permitió el desencadenamiento de una historia sobre un hombre de empresas vinculado al poder y la política que se auto/destruye al ser incapaz de encontrar el amor, la paz y el equilibrio entre las personas que se rodeó.

Junto con Welles empezaron aparecer otros grandes directores como el japonés Akira Kurosawa (1910-1968), los italianos Rossellini (1906-1977), Visconti (1906-1976) y Vittorio de Sica (1901-1974); el sueco Bergman (1918-2007), el español Luis Buñuel (1900-1983), el inglés Stanley Kubrick (1928-1999), los franceses Godard (1930) y Rhomer (1920-2010) y los estadounidenses Houston (1906-1987), Allen (1935), Scorsese (1942) y Spielberg (1946) entre otros muchos más. Basta con seguirle la pista a cada uno de ellos recorriendo y disfrutando sus distintas filmografías para entender la grandeza del cine como medio de expresión cultural sin parangón. Reitero que para conocer de cine, hay que ver mucho cine, y repasar todas aquellas películas que son consideradas como obras maestras. Luego de que nos hayamos sensibilizado sobre esto podremos ser capaces de elaborar procedimientos teórico/metodológicos para analizar una película determinada y contrastar su contenido con la historia real.

 “En el Nombre de la Rosa” (1986) del director francés Jean-Jacques Annaud (1943), para poner un ejemplo, es una excepcional película que logra recrear aspectos claves del periodo medieval europeo. A través de unos misteriosos crímenes nos adentramos a una época caracterizada por el fanatismo religioso en pugna con el libre pensamiento y el racionalismo que ya la humanidad había conocido de la mano de los griegos y romanos. La Abadía termina convirtiéndose en un maravilloso microcosmos donde se hacen presente todos los principales actores sociales de esa ya lejana época. La risa, contravenía, el dogma católico, y se convierte en el epicentro de una saga detectivesca inteligente y veraz.

DR. ANGEL RAFAEL LOMBARDI BOSCAN
DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTORICOS DE LUZ

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